PRIMERA LECTURA. Hechos 4,32-37.
32 En la multitud de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: nadie consideraba suyo nada de lo que tenía, sino que lo poseían todo en común.
33 Los apóstoles deban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho vigor; todos ellos eran muy vistos,
34 porque entre ellos no había ningún indigente, ya que los que poseían campos o casas los vendían, llevaban el producto de la venta
35 y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno.
36 José, a quien los apóstoles dieron el sobrenombre de Bernabé -que significa Exhortador-, clérigo levita, natural de Chipre,
37 poseía un terreno, lo vendió, llevó el importe y lo puso a disposición de los apóstoles.
Explicación.
Segundo sumario, redactado en forma de tríptico (4,32-35; 4,36-5,11; 5,12-16). La mayoría de los autores, no apercibiéndose de la existencia de un tríptico, lo divide en dos: 4,32-35, segundo sumario, y 5,12-16, tercer sumario. La primera hoja del tríptico (4,32-35) describe brevemente la imagen que presenta la comunidad en el momento aquel. El testimonio de los apóstoles sigue polarizado en la resurrección de Jesús (33). En relación con el primer sumario (2,42-47), se constata un notable desarrollo: mientras antes la comunidad administraba ella misma sus bienes, ahora son los apóstoles quienes se han constituido en administradores de los bienes comunitarios (35a; cf. 4,36; 5,2); se ha pasado del simple reparto (2,45; "lo repartían entre todos") a la distribución equitativa y organizada (4,35; "luego se distribuía").
En el centro (4,36-5,11) se contrapesa con tres ejemplos concretos la imagen que se acaba de dibujar. Primer ejemplo, positivo. José "Bernabé", el Consolador o Exhortador (lit. "hijo de consuelo/de la exhortación", uno que es eminente en esa actividad, cf. 11,23; 14,2), pertenece a la tribu de Leví y es de origen chipriota, por tanto un helenista (36). Ése cumple perfectamente con las directrices que rigen en la comunidad (37).
SALMO. 93,1-2.5.
1EI Señor reina, de majestad vestido,
el Señor, vestido y ceñido de poder.
Así está firme el orbe y no vacila.
2Tu trono está firme desde siempre,
tú eres eterno.
5Tus mandatos son eficaces;
a tu casa corresponde la santidad,
Señor, por días sin término.
Explicación.
93,1 Propone el tema de la realeza: compárese con Is 24,23; 52,7; Sal 47,9. Yhwh es rey, tiene una "casa" o palacio, se sienta en un "trono" estable, "se viste" el manto real," se ciñe" el fajín del poder, pronuncia "decretos" inmutables. El "orbe" está asentado sobre el océano subterráneo de agua dulce (Apsu ).
93,2 El "trono" es celeste: Is 6,1; 66,1 "Eterno" designa un tiempo indefinido.
93,5 Por el contexto, creo que se refiere a los decretos cósmicos, como en otros textos: Gn 1; Sal 148,6; Job 28,26; Jr 5,22; 31,35s.
Transposición cristiana.
El evangelio presenta narrativamente la victoria de Jesús sobre las aguas: Mt 8,24-27par; alusiones escatológicas se leen en Lc 21,25 Y Ap 12, 15; 17,15. La violencia se desata contra Jesús, hasta la aparente victoria de su muerte; al vencerla con su resurrección se inaugura su reinado.
EVANGELIO. Juan 3,7-15.
7. No te extrañes de que te haya dicho: “Tenéis que nacer de nuevo”.
8. El viento sopla donde quiere y oyes su ruido, aunque no sabes de dónde viene ni adónde va. Eso pasa con todo el que ha nacido del Espíritu.
9. Replicó Nicodemo:
- ¿Cómo es posible que eso suceda?
10. Repuso Jesús:
- Y tú, siendo el maestro de Israel, ¿no conoces estas cosas?
11. Pues sí, te aseguro que hablamos de lo que sabemos y que damos testimonio de lo que hemos visto personalmente, pero nuestro testimonio no lo aceptáis.
12. Si os he expuesto lo de la tierra y no creéis, ¿cómo vais a creer si os expongo lo del cielo?
13. Nadie sube al cielo para quedarse más que el que ha bajado del cielo, el Hombre:
14. Lo mismo que en el desierto Moisés levantó en alto la serpiente, así tiene que ser levantado el Hombre,
15. para que todo el que lo haga objeto de su adhesión tenga vida definitiva.
Explicación.
El viento/Espíritu sopla donde quiere (cf Gn 2,7), el reinado de Dios no conoce fronteras, no se limitará a Israel.
Escepticismo de Nicodemo (9). Diálogo tenso (10). El magisterio fariseo perpetúa a Moisés como maestro (el maestro de Israel). Hablamos de lo que sabemos (11), plural que incluye a la comunidad, en su controversia con el fariseísmo del tiempo de Jn. Lo de la tierra, contenidos de la antigua Escritura (cf. Jr 31,31ss; Ez 36,25ss); lo del cielo, la nueva realidad del Reino, explicada a continuación. Callejón sin salida (12).
Frente a las dos reacciones, verdadera realidad del Mesías (13-21). Para los fariseos, la Ley era fuente de vida y norma de conducta. La única fuente de vida es el Hombre levantado en alto, el Hijo de Dios, don de Dios a la humanidad para salvarla (13-18). Haber bajado del cielo (13) señala la calidad divina de Jesús, por poseer la plenitud del Espíritu (cf. 1,32: el Espíritu que bajaba como paloma desde el cielo). Subir al cielo para quedarse, victoria, éxito. Sólo el que es capaz de amar hasta el don de sí mismo puede obtener y asegurar el triunfo definitivo, instaurar la nueva sociedad humana (el reino de Dios).