martes, noviembre 01, 2016

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 30 DE NOVIEMBRE DEL 2016.


PRIMERA LECTURA. Romanos 10,9-18.

9Porque si tus labios profesan que Jesús es Señor y crees de corazón que Dios lo resucitó de la muerte, te salvarás. 10La fe interior obtiene la rehabilitación y la profesión pública obtiene la salvación, 11pues dice la Escritura: "Ninguno que crea en él quedará defraudado" (Is 28,16). 12Y ya no hay distinción entre judío y griego, porque uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos lo que lo invocan; 13porque "todo el que invoca el nombre del Señor se salvará" (Jl 3,5).
             14Pero, ¿cómo van a invocarlo sin creer en él?, y ¿cómo van a creer sin oír hablar de él?, y ¿cómo van a oír sin uno que lo anuncie? 15y ¿cómo lo van a anunciar sin ser enviados? Según aquello de la Escritura: "Bienvenidos los que traen buenas noticias" (Is 52,7).
16 Sin embargo, no todos han respondido a la buena noticia. Mirad lo que dice Isaías: "Señor, ¿quién ha dado fe a nuestro mensaje?" (Is 53,1). 17¿Lo ves? La fe sigue al mensaje, y el mensaje es el anuncio del Mesías. 18Pero pregunto yo: ¿Será que no han oído hablar? Todo lo contrario, "a toda la tierra alcanzó su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje" (Sal 19,5). 

EXPLICACIÓN.

La nueva palabra es la profesión de fe, que nace del corazón (Dt 30,12-14). La fe, que es entrega a Dios en la adhesión a Jesús Mesías, obtiene la rehabilitación. La profesión pública, que es una ruptura con el pasado y un compromiso de acción, obtiene vida (Espíritu) y salvación (Is 28,16; Jl 3,5) (10-13). Jesús, a diferencia de Moisés, no ha dejado libros. Es la palabra viva de la predicación la que transmite su mensaje (Is 52,7) (14-15).  

Los israelitas no sólo tenían los textos del Deuteronomio, sino que la apertura a los paganos se les había declarado explícitamente por medio de los profetas (Is 53,1), y la habían rechazado. Proclación universal (Sal 19,5). Pablo describe los hechos de su tiempo usando testimonios proféticos. 

SALMO. 19,8-11.

8 La ley del Señor es perfecta:
devuelve el respiro;
el precepto del Señor es fiable:
instruye al ignorante;
9 los mandatos del Señor son rectos:
alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida:
da luz a los ojos;
10 el respeto del Señor es puro:
dura para siempre;
los mandamientos del Señor son genuinos;
justos sin excepción;
11 son más valiosos que el oro,
que el metal más fino;
son más dulces que la miel 
que destila un panal.

Explicación.

19 Algunos niegan la unidad del salmo, por el cambio de tema, de estilo, de nombre divino. Otros lo reparten en un par de etapas de composición. Las razones pesan poco y la división empobrece el sentido. El género hímnico admite y unifica materiales diversos, p. ej. Sal 136 o 147. Defendiendo la unidad lo explicaré en cuatro secciones.

LECTURA UNITARIA. El cielo revela al hombre el orden y la alabanza: el orden como hecho ontológico. La alabanza como interpretación de lenguaje. La creación interpela al hombre invitándolo a la alabanza y la obediencia. El hombre podría abrirse al lenguaje de la creación y elevar la voz como liturgo del cosmos. Pero falla, y entonces Dios hace palabra su voluntad para ordenar al hombre. Vista así, la ley es razonable y deseable, valiosa y sabrosa; el hombre se siente atraído por ella y canta su alabanza. Pero vuelve a fallar, y su fallo es más grave. Es que la ley manda sin dar fuerzas, divide al hombre, le revela su impotencia. El hombre descubre su limitación radical y un poder que lo avasalla. Sentida dolorosamente su incapacidad, el hombre se vuelve a Dios pidiendo auxilio; y así la ley, mediatamente, encamina al hombre a su liberación. Dios solo puede devolver al hombre inocencia e integridad. Entonces el hombre puede entonar la alabanza, dando lenguaje formal al discurso inarticulado de los cielos, y esperando que Dios la acepte.

19,8-11 Tercera sección. Sin transición ni introducción entre un tema nuevo. Entra la ley abriendo paso a seis sentencias de una regularidad exasperante, como materializando en lenguaje el orden que intenta establecer. Sólo sies: falta una para la perfección.
Los predicados son en gran parte corpóreos: respiración, corazón, ojos; es límpida y pura, es estable y ofrece apoyo. Es razonable, no teme dar razones y así educa al inexperto sin dejarlo en su ignorancia. Es lúcida, no exige obediencia ciega, sino que ilumina los ojos. Da alegría interna, no es carga insoportable.
El último verso propone dos coparaciones: oro, símbolo y medida de valor; miel, manjar el más sabroso (Prov 16,24). El autor piensa en el contenido más que en la formalidad de la ley.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Rom 10,18 aplica el v.4 a la predicación del evangelio. El cristiano contempla la creación restaurada en Cristo. Los antiguos explotaron el símbolo del sol como esposo; su salida del tálamo de María en el nacimiento, su carrera "desde el Padre hasta el Padre"; su calor es el Espíritu. La reflexión sobre ley y gracia anticipa la enseñanza de Pablo.  

EVANGELIO. Mateo 4,18-22.

      18 Caminando junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos: a Simón, el llamado Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando una red de mano en el mar, pues eran pescadores.
19 Les dijo:
                  - Veníos conmigo y os haré pescadores de hombres.
                 20 Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
                 21 Pasando adelante vio a otros dos hermanos: a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en la barca poniendo a punto las redes, con Zebedeo, su padre. Jesús los llamó.
                22 Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

EXPLICACIÓN.

18 - 22.      Esta llamada es el paradigma de todas las demás en Mt. El mar/lago,frontera con los pueblos paganos y alusión al éxodo. La insistencia en el vínculo de hermandad (18.21) alude a Ez 47,13s, donde se anuncia el futuro reparto de la tierra a partes iguales ("cada uno como su hermano"): igualdad de todos sus seguidores. La invitación de Jesús (19) recuerda la llamada de Eliseo por parte de Elías (1 Re 19,19-21). Lo presenta como profeta e implica la comunicación de su Espíritu. Pescadores de hombres, cf. Ez 47,10. Jesús llama a una misión que pretenderá atraer a los hombres (judíos y paganos). Santiago y Juan, hermanos; presencia del padre, figura de la autoridad y de la tradición (21). En lo sucesivo no deberán reconocer más que al Padre del cielo (6,9; 23,9) (21-22).

LECTURAS DEL MARTES 29 DE NOVIEMBRE DEL 2016.


PRIMERA LECTURA. Eclesiástico 44,1.10-15.


La historia

44 1Voy a hacer el elogio de los hombres de bien, 
de la serie de nuestros antepasados: 

10No así los hombres de bien: 
su esperanza no se acabó, 
11 sus bienes perduran en su descendencia, 
su heredad pasa de hijos a nietos. 
12Sus hijos siguen fieles a la alianza,
y también sus nietos, gracias a ellos. 
13Su recuerdo dura por siempre,
su caridad no se olvidará. 
14SepuItados sus cuerpos en paz,
vive su fama por generaciones;
15el pueblo cuenta su sabiduría,

la asamblea pregona su alabanza. 

Explicación.

44,1 El término "de bien" es el clásico hsd: hombres que han recibido de Dios la bondad o misericordia, y la ejercitan con los demás. Lo cual significa ya una selección en la mente del autor: bienhechores. Además los considera en su categoría de "antepasados", con fuerte expresión de continuidad y pertenencia: casi tradición biológica.  

44,10-15 Repite la fórmula del verso primero. La continuidad de las generaciones y la del recuerdo forman la tradición de Israel. El recuerdo hace presentes y actuales los antepasados, como los descendientes hacen presente una estirpe. El recuerdo está ligado a la caridad, según la convicción del autor, Eclo 40,17; Sal 112: es la práctica de la "misericordia" que encabeza el fragmento. Pero el hombre no sobrevive, sólo perdura su fama: compárese con Eclo 39,9-11. 




SALMO. 24,1-6.

Sal 15; Is 33,14-16.

1 Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe con sus habitantes,
2 pues él la fundó sobre las mares,
sobre las corrientes la afianzó.
3 -¿Quién puede subir al monte del Señor?,
¿´quién podrá estar en el reino sacro?
4 -El de manos inocentes y puro corazón,
el que no acude a los ídolos
ni jura en falso.
5 Ése recibirá del Señor la bendición
y la justicia de Dios su Salvador.
6 -Ése es el grupo que lo busca;
que viene a visitarte, Dios de Jacob.

Explicación.

24. Se suele considerar este salmo como liturgia de entrada en el templo, y hace compañía al 15. Se reconstruye o conjetura una acción litúrgica en la que encajan los datos del salmo: introducción hímnica, doble diálogo, presentación del grupo, entrada del Señor.

El acto litúrgico se imagina a la luz de textos narrativos: 2 Sm 6,13-15; Éx 40,21.34; 43,4. Divergen los autores al asignarle la ocasión litúrgica: en la fundación o conmemoración del traslado del arca (2 Sm 6): canto de victoria; fiesta de la renovación de la alianza; fiesta de la entronización de Ywhw. Es decir, el salmo se presta a varias lecturas, a varios empleos.

La composición es muy regular e invita a observar correspondencias y distinciones. De un escenario univeral (1-2) se salta a la concentración extrema en el templo: cfr. 1 Re 8,27. Se corresponden: tierra / habitantes = templo / visitantes. Al templo llegan al parecer juntos, un grupo de fieles (3-6) y el Señor Glorioso (7-10). Para los fieles pregunta, para Ywhw imperativos; los fieles con condiciones, Ywhw sin condiciones; identificados los fieles en su búsqueda diligente, Ywhw en su nombre y título.

24,1-2 Toma la imagen de fundadores y constructores de ciudades (Gn 4,17; Jos 6,26; 1 Re 16,34), y la atribuye a Dios, fundador de la tierra: Sal 78,69; 89,12; 102,26; Job 38,4-7. Los hombres asientan sobre roca o terreno firme; Dios cimienta la tierra sobre el movedizo e inestable océano. Por debajo de los continentes discurren corrientes que afloran en los manantiales.

24,2 Job 38,4-7.

24,3 El "recinto" o lugar santo supone previa elección y consagración: frecuente en Deuteronomio.

24,4-6 Juntan cualidades éticas con buscar a Dios, sin definir exactamente la relación.

24,4 Manos y corazón son un merismo que incluye toda clase de acciones, pensamientos y deseos. Siguen dos preceptos del decálogo. "Acudir": la expresión hebrea parece significar una tendencia intensa hacia algo: cfr. Dt 24,25; Prov 19,18.

24,5 Aunque mencione al patriarca Jacob creo que se refiere a las bendiciones condicionadas de la alianza. La "justicia" es la que consiste en la observancia, según Dt 6,25.

24,6 No se trata de una procesión formalista, realmente vienen buscando a Dios, en el templo.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.



1 Cor 10,26, cita el primer verso del salmo para justificar la libertad cristiana. La tradición antigua y la liturgia aplican el salmo a la ascensión de Jesucristo; algunos autories componen con la fantasía una escena celeste, con diálogo de ángeles. El cortejo se identifica con la comunidad cristiana.  


EVANGELIO. Marcos 10,17-21.


El hombre rico (Mt 19,16-22; Lc 18,18-23)  

17Mientras salía de camino se le acercó uno corriendo y, arrodillándose ante él, le preguntó:
-Maestro insigne, ¿qué tengo que hacer para heredar vida definitiva?
18Jesús le contestó:
-¿Por qué me llamas insigne? Insigne como Dios, ninguno. 19Ya sabes los mandamientos: no mates, no cometas adulterio, no robes, no des  falso testimonio, no defraudes, sustenta a tu padre y a tu madre.
20ÉI le declaró:
-Maestro, todo eso lo he cumplido desde joven: 
21Jesús se le quedó mirando y le mostró su amor diciéndole:
-Una cosa te falta: ve a vender todo lo que tienes y dáselo a los pobres, que tendrás en Dios tu riqueza; y anda, ven y sígueme. 
 Explicación.
(10,17-21): La riqueza, obstáculo para seguir a Jesús. Un hombre angustiado busca solución para el problema crucial: superar la muerte. Reconoce en Jesús un saber superior (Maestro insigne)(17). En este asunto, los judíos han tenido al mejor de los maestros, Dios (18). Condición mínima para obtener vida definitiva: no ser personalmente injusto. De los diez mandamientos, Jesús omite los tres primeros, cita solamente los éticos, los que se refieren al prójimo. Mc añade no defraudes, no privar a otro de lo que se le debe. Invierte el orden (el cuarto, al final): la obligación para con la familia no exime de la obligación para con la humanidad (19). Fidelidad de aquel hombre (20). Le demostró su amor invitándolo a incorporarse al grupo de discípulos; una cosa te falta: acoger el reinado de Dios como un chiquillo (10,15), abandonando la riqueza (8,34: «reniegue de sí mismo») para hacerse último y servidor de todos (9,35). Aunque personalmente no es injusto, está implicado, por su riqueza, en la injusticia de la sociedad. Para construir el reino de Dios (la sociedad nueva) no basta ser justo personalmente, hay que eliminar la base de la injusticia, la desigualdad y la dependencia creadas por la acumulación de riqueza. Dar a los pobres, sin esperanza de recuperarlo; tendrás en Dios tu riqueza (lit. «tendrás un tesoro en el cielo») se refiere a 1 O, 14: «tienen a Dios por rey»: rennunciando a la seguridad del capital se obtiene la que procura el cuidado de Dios por los suyos.

LECTURAS DEL LUNES 28 DE NOVIEMBRE DEL 2016.

PRIMERA LECTURA: ISAÍAS 4,2-6.

2Aquel día, el vástago del Señor
será joya y gloria,
el fruto del país, honor y ornamento
para los supervivientes de Israel.
3A los que queden en Sión,
a los restantes en Jerusalén,
los llamarán santos: los inscritos
en Jerusalén entre los vivos.
4Cuando lave el Señor la suciedad
de las mujeres de Sión
y friegue la sangre dentro de Jerusalén,
con un viento justiciero, con un soplo abrasador,
5creará el Señor en todo el recinto
del Monte Sión y su asamblea
una nube de día, un humo brillante,
un fuego llameante de noche.
Baldaquino 6y tabernáculo cubrirán su gloria:
serán sombra en la canícula,
reparo en el aguacero, cobijo en el chubasco.

Explicación.

4,2-6 Oráculo de restauración tras la serie precedente (probablemente posterior). A la escasez de hombres sucede la continuidad de los supervivientes; a las mujeres provocativas, una gran purificación; a los jefes perversos, un "vástago" davídico (Jr 23,5s; 33,15; Zac 3,8; 6,12); a la ruina de Jerusalén, el renovado esplendor de Sión. Con la referencia davídica conjuga tradiciones del Éxodo.

4,2 "Aquel día" suena de ordinario como determinación escatológica. Vástago es título del heredero davídico, del futuro Mesías.

4,3 De nuevo el título "santos" o consagrados, propiedad de Dios (Ex 19,6; Dt 7,6; 14,2.21; 26,19). Habrá un registro de los que "viven" (Ex 32,32; Ez 13,9; Sal 69,29; 87,6).

4,4 La purificación que suele ejecutar el agua, la ejecutará un aliento ardiente, un viento abrasador.

4,5 En el templo volverá a habitar la gloria del Señor, cubierta de un baldaquino, que será ornamento y asilo contra los asaltos de bochorno y tormentas.


Salmo Responsorial: Salmo 122:1-9

1iQué alegría cuando me dijeron
«Vamos a la casa del Señor».
2Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén.
3¡Jerusalén!, construida como ciudad 
bien unida y compacta,
4adonde suben las tribus,

las tribus del Señor;
según la costumbre de Israel,
a dar gracias al nombre del Señor.

5Allí reside el tribunal de justicia,
el tribunal del palacio de David.
6Saludad con la paz a Jerusalén:
Vivan tranquilos tus amigos;

7Haya paz en tus murallas,
tranquilidad en tus palacios.
8Por mis hermanos y compañeros
pido la paz para ti.
9Por la casa del Señor nuestro Dios
te deseo todo bien.

EXPLICACIÓN.

122 Género situaciónCanto a Jerusalén, extraído por etimología popular del material sonoro del nombre. Incluye una loa a la ciudad y una petición por ella. Forma grupo con 46, 48 Y 87. Unos peregrinos llegan a la ciudad, meta de su viaje físico y espiritual.
La paronomasia es un recurso de estilo que del sonido de los nombres propios saca significados; recurso querido y practicado por autores bíblicos, poetas y prosistas. El poeta toma el primer componente con el valor de "ciudad" yeru 'iru. Es la Ciudad por excelencia: cfr. Ez 7,23; Sal 87,3. La segunda parte toma el valor obvio de paz: shalem - shalom. Otro recurso de estilo, que forma inclusión mayor y menor es la repetición: tres veces Jerusalén, casa, paz, YhwhYh. 
122,1-2 Concentra los dos momentos extremos de la romería: el anuncio de la partida y la llegada, saltándose el viaje con su fatiga: cfr. Sal 84.
122,3-5 Predicados de la ciudad. Su trazado, con casas unidas formando calles; el templo donde se unen las tribus para alabar al Señor: cfr. Sal 65,2; la administración central de la justicia en un tribunal supremo. La imagen supone una nación unificada, con un centro religioso y político: ¿refleja una realidad. un recuerdo, una aspiración? Mucho depende de la datación del salmo.
122,6 La insistencia en "paz" y afines, el predominio de formas volitivas suenan como una movilización general para la paz. El peregrino pide que se cumpla el destino inscrito en el nombre de la ciudad: nomen omen. "Amigos": no los amantes de Os 2, sino los amadores de Is 66,10.
122,7 Murallas y palacios son otro aspecto llamativo de esta ciudad: Sal 48.14; Lam 2,7s.
122,8-9 La repetición anafórica de "por" en los dos versos une el vínculo humano de la hermandad y el religioso de la presencia del Señor en medio de ellos.
122,9 Ez 24,21.
Transposición cristiana.
Creo que se han de leer sobre el fondo de este canto de peregrinación las palabras de Jesús al avistar la ciudad: Lc 18,41-44. El destino de Jerusalén lo recoge la Iglesia celestial según Ap: tronos 20,4.11-15; belleza 21,11-21; doce (puertas) 21,12-14; no templo 21 ,22s.

Evangelio: Mateo 8:5-11


5 Al entrar en Cafarnaún se le acercó un centurión 
6 rogándole:
                    - Señor, mi criado está echado en casa con parálisis, sufriendo terriblemente.
                   7 Jesús le contestó:
                   - Voy yo a curarlo.
                   8 El centurión le replicó:
                   - Señor, yo no soy quien para que entres bajo mi techo, pero basta una palabra tuya para que mi criado se cure.
9 Porque yo, que estoy bajo la autoridad de otros, tengo soldados a mis órdenes, y si le dijo a uno que se vaya, se va; o a otro que venga, viene; y si le dijo a mi siervo que haga algo, lo hace.
                  10 Al oír esto, Jesús dijo admirado a los que lo seguían:
                   - Os aseguro que en ningún israelita he encontrado tanta fe.
11 Os digo que vendrán muchos de Oriente y Occidente a sentarse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de Dios;

EXPLICACIÓN.


Vuelta a Cafarnaún (4,13). El pagano es también religiosamente impuro. La salvación es universal, no reconoce fronteras entre hombres o pueblos. No hay acción de Jesús con el enfermo, sólo palabra: alusión al mensaje que será predicado entre los paganos después de su muerte-resurrección. Contraste con la poca fe de Israel (11-12). 


LECTURAS DEL DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE DEL 2016.


PRIMERA LECTURA: Isaías 2,1-5:

Sión, centro del reino escatológico
(Miq 4,1-3; Sal 87; Is 2,1; 66,18-24; Zac 8,20-23; Sal 76). 

1Visión de Isaías, hijo de Amós,
acerca de Judá y de Jerusalén:
2Al final de los tiempos
estará firme el monte de la casa del Señor,
descollando entre los montes,
encumbrado sobre las montañas.
Hacia él confluirán las naciones,
3caminarán pueblos numerosos,
Dirán: Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob:
él nos instruirá en sus caminos
y marcharemos por sus sendas,
porque de Sión saldrá la ley;
de Jerusalén, la palabra del Señor.
4Será el árbitro de las naciones,
el juez de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados;
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
ya no se adiestrarán para la guerra.
5Casa de Jacob, venid,
caminemos a la luz del Señor.

Explicación. 

2,2-5 Un movimiento de peregrinación festiva (Dt 16; Sal 122) se transforma en visión profética del futuro. El espacio se proyecta en el tiempo, la lejanía se vuelve futuro remoto. El monte se vuelve centro de un doble movimiento: centrífugo de irradiación, de ley y palabra, centrípeto de concurrencia universal. El monte hace que el acceso sea ascenso, y se funden convergencia, progreso y ascensión en movimiento único y universal, encabezado por la "casa de Jacob".

Todo el episodio de Babel queda anulado. Frente a torre soberbia, monte de la presencia de Dios; frente a confusión de lenguas, una "palabra" que todos comprenden; frente a dispersión, reunión. La profecía se cumple en Pentecostés (Hch 2).

2,2 La presencia del Señor hace que el monte sea culminante.

2,4 Los instrumentos de guerra se transforman en instrumentos de progreso pacífico. Jl 4,10.

2,5 El monte es como un faro luminoso, que alumbra y orienta a todo el mundo. Is 60.


Sal 122, 1-9.

1iQué alegría cuando me dijeron 
«Vamos a la casa del Señor». 
2Ya están pisando nuestros pies 
tus umbrales, Jerusalén.
3¡Jerusalén!, construida como ciudad 
bien unida y compacta,
4adonde suben las tribus, 
las tribus del Señor;
según la costumbre de Israel,
a dar gracias al nombre del Señor. 
5Allí reside el tribunal de justicia,
el tribunal del palacio de David.
6Saludad con la paz a Jerusalén:
Vivan tranquilos tus amigos; 
7Haya paz en tus murallas, 
tranquilidad en tus palacios. 
8Por mis hermanos y compañeros 
pido la paz para ti.
9Por la casa del Señor nuestro Dios 
te deseo todo bien.

122 Género situaciónCanto a Jerusalén, extraído por etimología popular del material sonoro del nombre. Incluye una loa a la ciudad y una petición por ella. Forma grupo con 46, 48 Y 87. Unos peregrinos llegan a la ciudad, meta de su viaje físico y espiritual.
La paronomasia es un recurso de estilo que del sonido de los nombres propios saca significados; recurso querido y practicado por autores bíblicos, poetas y prosistas. El poeta toma el primer componente con el valor de "ciudad" yeru 'iru. Es la Ciudad por excelencia: cfr. Ez 7,23; Sal 87,3. La segunda parte toma el valor obvio de paz: shalem - shalom. Otro recurso de estilo, que forma inclusión mayor y menor es la repetición: tres veces Jerusalén, casa, paz, Yhwh Yh. 
122,1-2 Concentra los dos momentos extremos de la romería: el anuncio de la partida y la llegada, saltándose el viaje con su fatiga: cfr. Sal 84.
122,3-5 Predicados de la ciudad. Su trazado, con casas unidas formando calles; el templo donde se unen las tribus para alabar al Señor: cfr. Sal 65,2; la administración central de la justicia en un tribunal supremo. La imagen supone una nación unificada, con un centro religioso y político: ¿refleja una realidad. un recuerdo, una aspiración? Mucho depende de la datación del salmo.
122,6 La insistencia en "paz" y afines, el predominio de formas volitivas suenan como una movilización general para la paz. El peregrino pide que se cumpla el destino inscrito en el nombre de la ciudad: nomen omen. "Amigos": no los amantes de Os 2, sino los amadores de Is 66,10.
122,7 Murallas y palacios son otro aspecto llamativo de esta ciudad: Sal 48.14; Lam 2,7s.
122,8-9 La repetición anafórica de "por" en los dos versos une el vínculo humano de la hermandad y el religioso de la presencia del Señor en medio de ellos.
122,9 Ez 24,21.
Transposición cristiana.
Creo que se han de leer sobre el fondo de este canto de peregrinación las palabras de Jesús al avistar la ciudad: Lc 18,41-44. El destino de Jerusalén lo recoge la Iglesia celestial según Ap: tronos 20,4.11-15; belleza 21,11-21; doce (puertas) 21,12-14; no templo 21 ,22s.

SEGUNDA LECTURA Romanos 13,11-14:

11Y más conociendo las circunstancias; ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora tenemos la salvación más cerca que cuando empezamos a creer. 12La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades propias de las tinieblas y pertrechémonos para actuar en la luz. 13Comportémonos como en pleno día, con decoro: nada de comilonas ni borracheras, nada de orgías ni desenfrenos, nada de riñas ni porfías. 14 En vez de eso, revestíos del Señor, Jesús Mesías, y no deis pábulo a los bajos deseos.

EXPLICACIÓN. 

La presión que ejerce la edad futura sobre la presente era un lugar común de la exhortación. Revestirse de, "incorporarse a", vivir plenamente lo que significa ser miembros del Señor, guiados por el Espíritu, no por el egoísmo (11-14).   

Evangelio según san Mateo (24,37-44):

37 Ahora bien, lo que pasó en tiempos de Noé pasará en la llegada del Hombre;
38 es decir, lo mismo que en los días antes del diluvio la gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca
39 y, estando ellos desprevenidos, llegó el diluvio y se los llevó a todos, así sucederá también en la llegada del Hombre.
40 Entonces, dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán;
41 dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.
42 Por tanto, manteneos despiertos, pues no sabéis qué día va a llegar vuestro Señor.
                             43 Ya comprendéis que si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, se quedaría en vela y no lo dejaría abrir un boquete en su casa.
44 Pues estad también vosotros preparados, que cuando menos lo penséis llegará el Hombre.

EXPLICACIÓN.

Explica "la llegada" (v.30) (37-41): inesperada para la sociedad como un todo, que sólo piensa en asegurar la continuidad de la vida (comer y beber, casarse) (37-41). Para los discípulos, vigilancia (42-44): Mantenerse despierto indica solidaridad e identificación con la muerte de Jesús (cf. 26,38.40.41): siempre preparados (44) para la hora de la persecución, dispuestos a dar la vida (cf. v.13).

LECTURAS DEL SÁBADO 26 DE NOVIEMBRE DEL 2016.


Primera lectura Apocalipsis 22,1-7:

1 Me mostró entonces el ángel un río de agua viva, luciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
A mitad de la calle de la ciudad, a un lado y otro del río, crecía el árbol de la vida: da doce cosechas, una cada mes del año, y las hojas del árbol sirven demedicina a las naciones. (Ez 47,12).
3 No habrá ya nada maldito. En la ciudad estará el trono de Dios y del Cordero, y sus siervos le prestarán servicio,
4 lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente.
5 Noche no habrá más, ni necesitarán luz de lámpara o del sol, porque el Señor Dios irradiará luz sobre ellos y serán reyes por los siglos de los siglos.
6 Me dijo: "Estas palabras son dignas de fe y verdaderas". El Señor Dios que inspira a los profetas envió su ángel para que mostrase a sus siervos lo que tiene que suceder en breve.
7 "Voy a llegar en seguida, dichoso el que hace caso de la profecía contenida en este libro".

EXPLICACIÓN

El ángel (22,1): se suple el sujeto para evitar la ambigüedad. Río de agua viva, cf. Zac 14,8; Ez 47,1-12, río que sale del templo y que hace el desierto fértil. En la nueva ciudad, el río es de agua via/vivificante, símbolo del Espíritu (Jn 7,38), y sale de Dios mismo y de Jesús;el trono, singular, condición divina de Jesús, el Hombre-Dios; luciente/brillante como cristal,se asocia al agua el tema de la luz (1). A mitad de la calle (2): la vida definitiva se realiza en el contexto social (calle/plaza) propio de la ciudad. El árbol de la vida (cf. Ez 47,12; Gn 2,9; 3,22) se multiplica a los lados del río: abundancia de vida, fruto del Espíritu, incesante(doce cosechas); las hojas, medicinas, cf. Ez 47,12; para las naciones, que, integradas en la jueva Jerusalén, se mantienen en plena salud.

Nada maldito, o bien, "maldición alguna". En la ciudad, el trono: el cielo (cf. 4,2) ha bajado a la tierra. Servicio de todos a Dios y al Cordero, considerados como uno (3). Intimidad (cara a cara, cf. Sal 17,15; 42,3); su nombre (de Dios y del Cordero) en la frente, identificación con Dios y de todos entre sí (4). Ausencia de noche, cf. 21,25; reyes (cf. Dn 7,18.27), corrige "siervos" (v.3), expresando la suprema dignidad y libertad de que gozan;por los siglos, inmutabilidad de esta condición (3). Las visiones terminan con la mención de la luz de Dios y de la dignidad del hombre.

El epílogo presenta cierta forma de diálogo, pero a menudo es muy difícil determinar quién es el sujeto que habla.

EL ángel certifica la verdad de lo contenido en el libro (cf. 21,5); que inspira a los profetas: en gr. pneuma puede significar "espíritu" o "inspiración", cf. 1 Jn 4,1-3; se trata de los profetas cristianos, bien conocidos en las comunidades; la profecía de Juan es un desarrollo de esa línea profética; lo que tiene que suceder en breve, Juan espera que el proceso de caída de los poderes descrito en el libro empiece a notarse en la historia (6).

Tres veces anuncia Jesús en este capítulo la proximidad de su llegada (cf. 22,12.20) (7).


Sal 95,1-7
(Heb 3,7-4,10) 

1Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
2entremos a su presencia con acción de gracias,
vitoreándolo al son de instrumentos. 
3Porque el Señor es el Dios Máximo,
rey supremo de todos los dioses.
4En sus manos las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes.
5Suyo es el mar porque él lo hizo,
y la tierra firme que modelaron sus manos.  
6Entrad, doblegados rindamos homenaje
bendiciendo al Señor, Creador nuestro.
7Que él es nuestro Dios y nosotros su pueblo,
el rebaño de su aprisco.  
EXPLICACIÓN.
95,1-2 Invitatorio primero. Se pone en marcha la procesión entre gritos, aclamaciones y música.
95,3 Creo que se refiere polémicamente a divinidades extranjeras, sin discutir su entidad, sin una postura tajante como la de Is 40-55. En el panteón babilónico se distinguen dioses mayores y menores.
95,4-5 Soberanía sin esfuerzo, creación sin lucha. En cuatro hemistiquios nos ofrece una vista panorámica: simas y cimas, mar y tierra firme. En el panteón de Mesopotamia los dioses se reparten las zonas de influencia; en Israel Yhwh concentra todo el poder.
95,6-7a Invitatorio segundo. Entrada y homenaje al "Hacedor" del pueblo: Is 27,7; 44,2; 51,13 etc.), y pastor del "rebaño": Sal 74,1; 79,13; 100,3.
95,7b Una voz invita a escuchar "hoy" un mensaje actualizado.
Transposición cristiana.
Nos la da hecha el comentario de Heb 3,7-4,11, aplicado a la situación cristiana.

EVANGELIO: LUCAS 21,34-36
EXHORTACIÓN A LA VIGILANCIA.

34 Andaos con cuidado, que no se os embote la mente con el vicio, la borrachera y las preocupaciones de la vida, y el día aquel se os eche encima de improviso;
35 porque caerá como un lazo sobre todos los que habitan la faz de la tierra.
36 Ahuyentad el sueño y pedid fuerza en cada momento para escapar de todo lo que va a venir y poder manteneros de pie ante el Hombre.
Explicación.
(34-36) Aviso a los discípulos: el día aquel (34), distinto del de la destrucción de Jerusalén, es el de la llegada del Hombre (v.27), que sigue a la caída de los opresores. Los discípulos han debido prepararlo, desafiando a la persecución y la muerte (vv. 12-19).

Para ello, evitar la vida disoluta y la preocupación por el dinero, que ahogan el mensaje (cf. 8,14) y les impedirían buscar el reinado de Dios (cf. 12,31). Si están integrados en la sociedad injusta que se deshace, correrán su misma suerte, la llegada del Hombre no será para ellos liberación (v.28) (35). Actividad, aguante y confianza (cf. v.19); así, el encuentro con el Hombre que llega será para ellos vida (cf. 12,40) (36).

LECTURAS DEL VIERNES 25 DE NOVIEMBRE DEL 2016.


Primera Lectura. Apocalipsis 20,1-4.11; 21,2

201 Vi entonces un ángel que bajaba del cielo llevando la llave del abismo y una cadena grande en la mano.
2 Agarró al dragón, la serpiente primordial, el diablo o Satanás, y lo encadenó para mil años.
3 Lo arrojó al abismo, echó la llave y puso un sello encima, para que no pueda extraviar a las naciones antes que se cumplan los mil años. Después tiene que estar suelo por un poco de tiempo.
4 Vi también tronos, donde se sentaron los encargados de pronunciar sentencia; vi también con vida a los decapitados por dar testimonio de Jesús y proclamar el mensaje de Dios, los que no habían rendido homenaje a la fiera ni a su estatua y no habían llevado su marca en la frente ni en la mano. Éstos tuvieron vida y fueron reyes con el Mesías mil años.
11 Vi un trono magnífico y brillante y al que estaba sentado en él; huyeron de su presencia la tierra y el cielo y desaparecieron definitivamente.

21 1 Vi entonces un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar ya no existía.
2 Y Vi bajar del cielo, de junto a Dios, a la ciudad santa, la nueva Jerusalén, ataviada como una novia que se adorna para su esposo.  

Explicación.

Un ángel sin otras calificaciones (cf. 10,1; 18,1); la llave del abismo, cf. 9,1. Juan adapta el mito de la prisión de las fuerzas del caos; la nueva sociedad no será perturbada por el tentador, por los principios y las seducciones que falseaban la vida del hombre, y se abrirá una posibilidad a la humanidad entera (las naciones). A los tres años y medio de http://www.blogger.com/img/blank.gifpersecución (11,2s; 12,6) se oponen los mil años de paz, una vez desterrado el poder opresor. El número mil se aplica a las realidades históricas para subrayar que en ellas se ejerce la acción del Mesías. Algunos opinan que Juan se inspira en la concepción judía según la cual a cada día de la creación habrían de corresponder mil años de historia; estos "mil años" serían el descanso final, el sábado de la historia humana; sin embargo, la anunciada libertad del dragón por un poco de tiempo parece oponerse a esta idea (1-3). 

El juicio (4), con jueces anónimos y en número imprecisado, se celebra solamente para rehabilitar a los que habían sufrido la muerte, por no ceder a la presión y amenazas del poder injusto (13,14-16; 14,9.1; 15,2; 16,2; 19,20); no hay sentencia condenatoria; con vida aun antes de la resurrección, cf. 6,9. La primera resurrección cumple en los mártires las promesas expresadas al princpio del libro (1,6; 5,10: sacerdotes y reyes) en favor de todos los cristianos. Juan no utiliza el verbo "resucitar", sino "vivir" (tuvieron vida). 

El período de los mil años puede así considerarse como la posiblidad histórica de una sociedad humana nueva, que ha tenido su origen en el mensaje de Jesús. En ella, no terrenalmente, sino desde su condición de resucitado, reina éste como Mesías (reino mesiánico), es decir, despliega la actividad de su Espíritu, pero asocia a ese reinado suyo a los mártires, que participan de la condición de resucitados; éstos, además, son los intercesores privilegiados que actúan en favor de esa sociedad (sacerdotes).  

El fin de la historia es presentado por Juan como el acto creador de un nuevo universo muy superior en calidad al antiguo. Es un momento al mismo tiempo último (fin de lo antiguo) y primero (inauguración de un mundo nuevo). Pero el estado definitivo de la humanidad no supone su entrada en el mundo divino, sino la presencia de Dios en el mundo humano.

Trono esplendente, sin localización precisa, de Dios, a quien tampoco aquí se nombra; no aparecen ancianos, vivientes ni ángeles (cf. 4,2s). Termina de modo repentino(huyeron) el mundo presente (la tierra y el cielo) (11).

Visión del cielo y tierra nuevos, cf. Is 65,17. Nueva creación, definitiva, que no se opone a la antigua, pero que representa un salto cualitativo respecto a ella, en función de la nueva realidad del hombre y de su relación con Dios. No desaparece el mundo en la infinitud de Dios, se transforma en mundo de Dios, una vez eliminado todo lo que, debido a la alineación del hombre, le impedía ser transfigurado por el amor de Dios. El mar, concebido como el residuo del caos primitivo, no tiene lugar en el orden nuevo; cf. Is 51,9s (1).

Nueva visión (2). Idealmente, Jerusalén debía haber sido la ciudad cuyo centro era Dios, presente en el templo, pero había sido infiel a esta vocación; no es ella la que es glorificada. Nueva Jerusalén, cf. Is 60,1-9; 65, 18s; Ez 48,35; el prototipo de la nueva sociedad, don de Dios a los hombres, en la nueva creación; ciudad santa, santificada por la presencia divina. Como una novia: van a celebrarse las bodas del Cordero (19,7-9), símbolo de la relación de fidelidad y amor entre Jesús y la humanidad nueva.

Salmo. 84,3-6.8


3Mi aliento se consume anhelando 
los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne exultan 
por el Dios vivo.
4Hasta el gorrión ha encontrado una casa, 
la golondrina un nido
donde colocar sus polluelos: 
tus altares, Señor de los Ejércitos, 
Rey mío y Dios mío.
5Dichosos los que habitan en tu casa 
alabándote siempre.

6Dichoso el que saca de ti fuerzas 
cuando proyecta su peregrinación. 

8Caminan de baluarte en baluarte,

y el Dios de dioses se les muestra en Sión. 

Explicación.


84,3 El ansia es total: aliento o espíritu, corazón o mente, carne o cuerpo.

84,4 La imagen del ave suena casi a proyección sentimental. El poeta se detiene complacido en el doble sentido de casa: el ave ha puesto casa para sus polluelos, en la casa de Dios: huésped acogido a la hospitalidad ancha de Dios. ¡Ouién fuera como ella! 


84,5-6 El orante empareja a los "habitantes" con los peregrinos". Sal 65,5 parece preferir a los que habitan; véase también Sal 91,1.

El salmo dedica más espacio al peregrino. 

84,6-8 Con mediana probabilidad podemos distinguir una decisión previa y tres etaPas de peregrinación. Según el texto hebreo, el orante está pensando o planeando "calzadas": Jr 31,21. a) Primera etapa: creo que el autor explota el doble sentido de varias palabras: "valle de Baká = Valmorera = Valdellanto", ''Transforman = eben", "lluvia de otoño = Maestro", "lo viste de albercas = lo cubre de bendiciones". b) Segunda etapa: en sentido propio "baluartes" o plazas fuertes que jalonan el itinerario; o el renovarse de las fuerzas (cfr. Is 40,31); o las fortificaciones de la capital (Sal 48,4). e) Tercera parte: la presencia de Dios en el templo: compárese con 
Is 35,2; 40,4; Jr 31,3; Sal 63,3. 

Transposición cristiana. 

En clave cristológica: Jesús es más que el templo (Mt 12,6), es manifestación de Dios (Jn 14,9), es morada nuestra (Jn 15,4). Jesús glorificado: (Jn 2,19-21). En clave eclesiológica. La Iglesia presente es templo de Dios (Ef 2,21 s). La Iglesia celeste (Heb 13,14; 2 Cor 5,1).  


Evangelio. Lucas 21,29-33.

PROXIMIDAD DE LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN.

29 Y les puso una comparación:
- Fijaos en la higuera o en cualquier árbol: 
30 cuando echan brotes, os basta verlos para saber que el verano está cerca.
31 Pues lo mismo, cuando veáis vosotros que están sucediendo estas cosas, sabed que está cerca el reinado de Dios.
32 Os aseguro que no pasará esta generación sin que todo suceda.
33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 

Explicación.

(29-33). Respuesta a la cuestión del cuándo (v.7). En primer lugar, Jesús expone el horizonte positivo que abre la destrucción de Jerusalén: anuncio del verano, tiempo de la cosecha y de alegría: la llegada del reinado de Dios o entrada de los paganos en el Reino. Jerusalén y lo que ésta representa son el obstáculo a ella (29-31).

La destrucción de Jerusalén y la entrada de los paganos sucederán dentro de la generación contemporánea de Jesús (32). Certeza (33).