viernes, mayo 01, 2015

LECTURAS DEL DOMINGO 31 DE MAYO DEL 2015.

Primera Lectura: Deuteronomio 4,32-34.39-40

32”Sí, pregunta a la antigüedad, a los tiempos pasados, remontándote al día en que Dios creó al hombre sobre la tierra y abarcando el cielo de extremo a extremo, si ha sucedido algo tan grande o se ha oído algo semejante. 33¿Has oído algún pueblo a Dios hablando desde el fuego, como tú lo has oído, y quedó vivo? 34¿Intentó algún dios acudir a sacarse un pueblo de en medio de otro con pruebas, signos y prodigios, en son de guerra, con mano fuerte y brazo extendido, con terribles portentos, como hizo el Señor, vuestro Dios, con vosotros contra los egipcios, ante vuestros ojos?
39Pues reconoce hoy, y métetelo dentro, que el Señor es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. 40Guarda los mandatos y preceptos que te daré hoy; así os irá bien a ti y a los hijos que te sucedan y prolongarás la vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar para siempre”.

EXPLICACIÓN.

4,32-40.     Después de la exposición negativa sobre los ídolos, con sus amenazas, pasa el predicador a inculcar la doctrina positiva sobre Yhwh; un monoteísmo formal y explícito, en la línea de Isaías Segundo (Is 45,5.18.22; etc). La profesión de fe “reconocer” se repite a manera de estribillo (35 y 39).
                  Aunque breve, el epílogo es una pieza oratoria que despliega sus mejores recursos: enumera (siete miembros en v.34), interroga, interpela, solicita la colaboración de los oyentes, “pregunta” (cfr. Job 8,8). Quiere abarcar el espacio celeste de extremo a extremo y remontarse en la historia hasta la creación de Adán: colocado en esas coordenadas de espacio y tiempo, el hecho de Israel es máximo y único, como es único su Dios, el Señor.
                 Entre los hechos recientes, destaca el orador la salida de Egipto y la revelación verbal del Sinaí. Sólo que esa alianza es consecuencia de la promesa hecha a los patriarcas. Todo ha de desembocar, por parte del pueblo, en el cumplimiento de la ley, fuente de bendiciones.

Salmo Responsorial:  33,4-6.9.18-20.22

4 Que la palabra del Señor es recta
y toda su actividad está acreditada.
5 Ama la justicia y el derecho
y su misericordia llena la tierra.
6 Por la palabra del Señor se hizo el cielo,
por el aliento de su boca sus ejércitos.
9 Porque él lo dijo, y existió,
él lo mandó, y surgió.
18 Mira: el ojo del Señor sobre sus fieles,
que esperan en su misericordia,
19 para librar su vida de la muerte
y mantenerlos en tiempo de hambre.
20 Nosotros aguardamos al Señor
que es nuestro auxilio y escudo;
22 Que tu misericordia nos acompañe,
Señor, como lo esperamos de ti.

EXPLICACIÓN.

Himno de número alfabético, es decir, consta de 22 versos. Se destaca la amplitud del marco, que ocupa tres versos al comienzo y tres al final. Alaba a Dios como creador de la naturaleza y regente de la historia; en la naturaleza distingue el cielo, agua y tierra; entre los hombres distingue las naciones paganas y el pueblo escogido. Colocando a Dios en el centro e imaginando en círculos concéntricos pueblo - naciones - naturaleza, podemos examinar relaciones de semejanza y oposición. ¿Se parecen las naciones al cielo ordenado o al mar levantisco? ¿Se contraponen al pueblo elegido? ¿Se parece éste a la naturaleza dócil? El salmo implica lucha y victoria, pero el dramatismo no conmueve el poema transido por la victoria serena y soberana.

El poema es grandioso, porque abarca grandes unidades, totalidades, multitudes. No se distingue por imágenes originales ni por aciertos descriptivos.
33,6-9 El Creador. Acaba de alabar palabra y obra; ahora dice que Dios habla por la palabra, que suena y actúa en la frontera última y primera del ser y el no ser. Lo escueto del v.9 es su acierto. El poeta empareja palabra con aliento y soplo. La ecuación se apoya en una observación obvia: las palabras son emisión modulada de aliento. Se añade el valor simbólico potencial: con el aire que respiramos, hecho palabra, nuestro espíritu se comunica. Y también el de Dios.
33,6 Ejércitos del cielo son los astros, ordenados y obedientes.
33,18-19 El destino del pueblo escogido es un sistema de contrastes. A la derrota militar no se opone la victoria militar de Israel, sino la intervención del Señor. A la mirada universal escrutadora, la mirada protectora. Todo lo domina la "misericordia", que alcanza el límite último de la vida y la muerte.

                   33,19 También el rey de Israel puede fracasar en sus planes, si ésos no respetan el designio del Señor. En tiempo de guerra y en tiempo de hambre lo importante es "confiar" en el Señor, cuyo "designio" es "conservar la vida": Gn 50,20. Por eso al final del salmo se impone la "esperanza" y "confianza" en la "misericordia" del Señor.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

                   Podemos fijarnos en la escena de Getsemaní: en la oración de Jesús para aceptar el designio del Padre; en el intento armado de un discípulo contra el plan de Dios. En el prólogo de Juan, 1,3 se cita o se alude a los versos 6.9 del Salmo.

Segunda Lectura: Romanos 8,14-17

14porque hijos de Dios son todos y sólo aquellos que se dejan llevar por el Espíritu de Dios.
          15Mirad, no recibisteis un espíritu que os haga esclavos y os vuelva al temor; recibisteis un Espíritu que os hace hijos y que nos permite gritar; ¡Abba! ¡Padre! 16Ese mismo Espíritu le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios; 17ahora, si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios, coherederos con el Mesías; y el compartir sus sufrimientos es señal de que compartiremos también su gloria.

EXPLICACIÓN.

Dios es la vida; para tenerla, hay que ser hijo suyo por el Espíritu, y ser hijo se muestra en la conducta (12-14). Corrige Pablo la metáfora de la esclavitud hecha en 6,22: nada de esclavos, sino hijos, condición que excluye todo temor. Horizonte del cristiano (15-17).

Evangelio: Mateo 28,16-20

(Mc 16,14-18; Lc 24,36-39; Jn 20,19-23; Hch 1,9-11)
 
16Los once discípulos fueron a Galilea al monte donde Jesús los había citado. 17 Al verlo se postraron ante él, los mismos que habían dudado. 18Jesús se acercó y les habló así:
-Se me ha dado plena autoridad en el cielo y en la tierra. 19Id y haced discípulos de todas las naciones bautizadlos rara vincularlos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo 20 y ensenadles a guardar todo lo que os mandé; mirad que yo estoy con vosotros cada día, hasta el fin de esta edad.

EXPLICACIÓN.

16-20. Los once discípulos (cf. 10,1); falta uno, judas e! traidor, representante de! Israel histórico que ha pedido la muerte de Jesús. El Israel mesiánico se forma sin integrar al antiguo pueblo como tal. Habían dudado (16), como Pedro (cf. 14,21), e! escándalo de la cruz. En su vida mortal, «el Hombre» tenía autoridad «en la tierra» (9,6); ahora (cf. 26,64) su autoridad es la de! Padre mismo (18): plena condición divina. Misión universal (19), va a cumplirse la promesa hecha a Abrahán (Gn 17,4s; 22,18). Jerusalén, capital de Israel, queda atrás y no va a ser objeto de nueva misión (10,6; 15,24); Galilea abre e! camino hacia los paganos. Primer medio para hacer discípulos: e! bautismo, que vincula al Padre, fuente del Espíritu, al Hijo, de quien se recibe, y al Espíritu mismo, que potencia al hombre, completa su ser y lo pone en la línea del "Hombre» (cf. 3,16). Segundo medio, la instrucción o enseñanza sobre la práctica de! mensaje. Cuanto os mandé, alusión a los «mandamientos mínimos» (5,19), las bienaventuranzas. Los que enseñan esto han de practicarlo (5,19). Promesa para la misión (20b). Así se cumplirá el contenido de su nombre, Emmanue!: «Dios con nosotros».

LECTURAS DEL SÁBADO 30 DE MAYO DEL 2015.

PRIMERA LECTURA. Eclesiático 51,12-20.

12me salvó de todo mal, me puso a salvo del peligro.
Por eso doy gracias y alabo
y bendigo el nombre del Señor:
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al Dios de la alabanza,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al guardián de Israel,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al creador del universo,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al redentor de Israel,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al que reúne los dispersos de Israel,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al que reconstruye su ciudad y santuario,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al que hace rebrotar el poder de la casa de David,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al que escoge un sacerdote entre los sadoquitas,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al Escudo de Abrahán,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias a la Roca de Isaac,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al Paladín de Jacob,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al que escoge a Sión,
porque es eterna su misericordia;
dad gracias al Rey de reyes,
porque es eterna su misericordia;
acrece el poder de su pueblo, alabanza de todos sus fieles,
de Israel, su pueblo escogido. Aleluya.
Poema alfabético a la Sabiduría
(Eclo 6,18-31)
13Siendo joven, antes de extravianne, la busqué.
14Vino hasta mí tan bella,
que hasta lo último la procuraré.
15Cuando cae la flor, las uvas
al madurar alegran el corazón.
Pisé un camino llano,
porque desde joven la traté;
16presté oído un poco
y adquirí mucho saber.
17Ella fue mi nodriza:
a mi maestra entregaré mi honor.
18Me propuse gozar,
ansioso de placer, y no cederé;
19la deseé ardientemente
y no me retiraré;
la deseé arduamente
y no descansaré en sus alturas;
mi mano abrió sus puertas:
contemplaré sus secretos.
20Me limpié las palmas ...
 
           Con sus consejos adquirí prudencia
           y no la abandonaré; 


Explicación.

51,12 Al terminar su oración personal, el autor se vuelve a la asamblea, según costumbre tradicional. Recita un salmo litúrgico litánico, como el 136, cambiando las invocaciones. El primer verso era clásico en la liturgia: p. e. Sal 118; 136.
Primera estrofa: alternan títulos universales de Dios y títulos históricos referidos a Israel. Segunda estrofa: temas escatológicos: vuelta de los dispersos, reconstrucción de ciudad y templo, restauración de la dinastía Davídica y del sacerdocio sadoquita. Tercera estrofa: títulos divinos referidos a los patriarcas, y de nuevo el centro religioso.
            Final: "rey de reyes" es la forma antigua de "emperador", el autor se complace en el   superlativo; los últimos versos son cita del final de Sal 148. 

51,13-15 Varios de estos verbos se emplean en los salmos con Dios como complemento, con la ley, en el Deuteronomio. La única imagen recuerda el gran himno que recogido en el cap. 24.

51,16-19 En contraste lo poco del trabajo y lo mucho del resultado. El que le enseñó es Dios, según Eclo 39,6-9. También se aplican a Dios "seguirlo, pegarse a él". "No me avergonzaré" o "no fracasaré", expresión de confianza en Dios.

          51,20-22 Vuelve la imagen del fruto, y se oye una alusión al templo donde el hombre contempla a Dios. "Prudencia" es la tercera forma sapiencial, después de "sabiduría", 14, y "doctrina", 16. El verso numero catorce del poema concluye con acción de gracias.

SALMO. 19,8-11.

8 La ley del Señor es perfecta:
devuelve el respiro;
el precepto del Señor es fiable:
instruye al ignorante;
9 los mandatos del Señor son rectos:
alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida:
da luz a los ojos;
10 el respeto del Señor es puro:
dura para siempre;
los mandamientos del Señor son genuinos;
justos sin excepción;
11 son más valiosos que el oro,
que el metal más fino;
son más dulces que la miel
que destila un panal.


Explicación.

19,8-11 Tercera sección. Sin transición ni introducción entre un tema nuevo. Entra la ley abriendo paso a seis sentencias de una regularidad exasperante, como materializando en lenguaje el orden que intenta establecer. Sólo sies: falta una para la perfección.
Los predicados son en gran parte corpóreos: respiración, corazón, ojos; es límpida y pura, es estable y ofrece apoyo. Es razonable, no teme dar razones y así educa al inexperto sin dejarlo en su ignorancia. Es lúcida, no exige obediencia ciega, sino que ilumina los ojos. Da alegría interna, no es carga insoportable.
El último verso propone dos coparaciones: oro, símbolo y medida de valor; miel, manjar el más sabroso (Prov 16,24). El autor piensa en el contenido más que en la formalidad de la ley.

 TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Rom 10,18 aplica el v.4 a la predicación del evangelio. El cristiano contempla la creación restaurada en Cristo. Los antiguos explotaron el símbolo del sol como esposo; su salida del tálamo de María en el nacimiento, su carrera "desde el Padre hasta el Padre"; su calor es el Espíritu. La reflexión sobre ley y gracia anticipa la enseñanza de Pablo.

EVANGELIO. Marcos 11,27-33.

(Mt 21,23-27; Lc 20,1-8)


27Llegaron de nuevo a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los letrados y los senadores 28y le preguntaron:
-¿Con qué autoridad actúas así?, o sea, ¿quién te ha dado la autoridad para actuar así?
29Jesús les contestó:
-Os vaya hacer una pregunta; contestádmela y os diré con qué autoridad actúo así. 30El bautismo aquel de Juan, ¿era cosa de Dios o cosa humana? Contestadme.
31 Ellos razonaban, diciéndose unos a otros:
-Si decimos «de Dios», dirá: «Y, entonces, ¿por qué no le creísteis ?»; 32pero si decimos «cosa humana» ... (Tenían miedo del pueblo, porque todo el mundo pensaba que Juan había sido realmente un profeta.) 33Y respondieron a Jesús:
-No lo sabemos.
Jesús les replicó:
-Pues tampoco yo os digo con qué autoridad actúo así. 
Explicación.
(11,27-33): Los dirigentes (las tres categorías que componían el Consejo, cf. 8,31) piden a Jesús credenciales que justifiquen su actuación; quieren llevarlo al terreno jurídico (27-28). Jesús les pide una opinión sobre la actividad de Juan Bautista, que tampoco tenía credenciales jurídicas (29-31). Miedo de los dirigentes, inseguridad del poder. Se inhiben. Jesús no responde a la mala fe (32-33). 

LECTURAS DEL VIERNES 29 DE MAYO DEL 2015.

Primera Lectura. Eclesiástico 44,1.9-13.

1Voy a hacer el elogio de los hombres de bien,
de la serie de nuestros antepasados: 

9Otros no dejaron recuerdo, y acabaron al acabar su vida:
fueron como si no hubieran sido, y lo mismo sus hijos tras ellos.
10No así los hombres de bien:
su esperanza no se acabó,
 
11 sus bienes perduran en su descendencia,
su heredad pasa de hijos a nietos.
12Sus hijos siguen fieles a la alianza,
y también sus nietos, gracias a ellos.
13Su recuerdo dura por siempre,
su caridad no se olvidará. 

Explicación.

44,1 El término "de bien" es el clásico hsd: hombres que han recibido de Dios la bondad o misericordia, y la ejercitan con los demás. Lo cual significa ya una selección en la mente del autor: bienhechores. Además los considera en su categoría de "antepasados", con fuerte expresión de continuidad y pertenencia: casi tradición biológica.  

 44,9 Parece pensar en hombres no incluidos en la lista precedente, como si dijera: "Hay hombres que ... en cambio otros .." ; lo cual prepara, por contraste, la estrofa siguiente. El no dejar apellido ni recuerdo es maldición o desgracia, Eclo 41,9.

44,10-15 Repite la fórmula del verso primero. La continuidad de las generaciones y la del recuerdo forman la tradición de Israel. El recuerdo hace presentes y actuales los antepasados, como los descendientes hacen presente una estirpe. El recuerdo está ligado a la caridad, según la convicción del autor, Eclo 40,17; Sal 112: es la práctica de la "misericordia" que encabeza el fragmento. Pero el hombre no sobrevive, sólo perdura su fama: compárese con Eclo 39,9-11.

Salmo. 149,1-6.9.

1¡Aleluya! Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza
en la asamblea de los leales;
2festeje Israel a su Creador,
los Hijos de Sión a su Rey.
3Alabad su nombre con danzas,
tañendo para él panderos y cítaras;
4porque el Señor ama a su pueblo
y corona con su victoria a los oprimidos.

5Que los leales celebren su gloria
y canten jubilosos desde sus lechos:
6en las gargantas vítores a Dios,
en las manos espadas de dos filos,
9Ejecutar la sentencia dictada
es un honor para todos sus leales. ¡Aleluya!

149 Género y situación. Himno: fiel a las reglas en la primera estrofa, algo libre en la segunda. Después de todos los himnos que hemos encontrado en el salterio, éste tiene un perfil propio, inconfundible. "Cántico nuevo" es fórmula oída, que aquí resulta convincente. La originalidad proviene de la situación: razones fuertes nos persuaden que es el tiempo de las luchas macabaicas. Voy a concentrarlo en el tema de los "Leales".
Los Leales. Ocupan un puesto importante: al principio del salmo, al final, al comenzar la segunda estrofa; caso único. Son una "asamblea": conocemos asambleas de la comunidad, de Santos celestes (Sal 89,6), de Ánimas en el seol  (Prov 21,16); de los leales sólo aparece aquí y en 1 Mac 2,42. Son "su pueblo": título que se arrogan los del partido macabaico.
Son devotos y combativos: una especie de orden militar por adelantado. Devotos: ejercen su devoción de modo rumoroso y expresivo. Reconocen a Yhwh como su Hacedor y su rey: no aceptan reyes extranjeros ni cuentan con un rey davídico. Combativos: oponen armas a armas, violencia justa a violencia injusta: muy lejos de Is 30,5. Tan justa es su acción militar, que en ella ejecutan la "sentencia dictada" por Dios, y gozan ejecutándola.
149,2 "Creador" o hacedor de la nación. “Hijos de Sión": tiene un solo antecedente, JI 2,23. Creo que aquí denota a cuantos aman la causa de la ciudad: cfr. Is 66,8.10.
149,3 "Danzas": algunos imaginan una danza sacra de espadas (Ez 21,14-22), una pantomima cuyo texto, que va explicando la acción, es el salmo. Unos hacen de enemigos vencidos, otros fingen la ejecución; concluyen cantando la victoria.
149,4 Estos "oprimidos" quizá procedan de Sof 2,3.
149,5 "Celebren su gloria": semejante a Is 13,3. Creo que es enfático, "incluso en el lecho"; inspirado en Dt 6,7.
149,6 Recuerda Neh 4,11. El fervor religioso de la lucha se expresa en las arengas de los Macabeos: 1 Mac 1, 18s; 4,9-13; 9,44-47.
149,9 La ejecución del culpable puede ser competencia honorífica, como muestra Jue 8,20s.

Trasposición cristiana.
Leyendo el aviso de Jesús a Pedro, Mt 26,52-54, vemos que las batallas del salmo tienen que transponerse a otro orden, p. ej. como lo propone Ef 6,12.
Evangelio. Marcos 11,11-25.

VII.EN EL TEMPLO: DENUNCIA Y CONTROVERSIA  
Maldición de la higuera (Mt 21,18-29) 
11Entró en Jerusalén, esto es, en el templo, lo miró todo en torno y, como era ya tarde, salió para Betania con los Doce.12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, sintió hambre. 13Viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella, pero al acercarse no, encontró nada más que hojas, porque el tiempo no habla sido de higos. "Reaccionó diciéndole:  
-Nunca jamás coma ya nadie fruto tuyo.
Los discípulos lo estaban oyendo. 
 
Denuncia del templo (Mt 21,12-17; Lc 19,45-48; Jn 2,13-22)
15Llegaron a Jerusalén, entró en el templo y empezó a echar a los que vendían y compraban allí; volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían palomas; 16y no consentía que nadie transportase objetos atravesando por el templo. 17Luego se puso a enseñar diciendo:
-¿No está escrito: “Mi casa ha de llamarse casa de oración para todos los pueblos”? En cambio, vosotros la tenéis convertida en una cueva de bandidos.
18Se enteraron los sumos sacerdotes y los letrados y buscaban una manera de acabar con él; de hecho, le tenían miedo, porque toda la multitud estaba impresionada de su enseñanza.
19Cuando anocheció, salieron fuera de la ciudad.
 La higuera seca (Mt 21,20-22) 
20 Al pasar por la mañana vieron la higuera seca de raíz. 21 Pedro se acordó y le dijo a Jesús:    
-Rabbí, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.
22Jesús le repuso:
-Tened fe en Dios. 23 Os aseguro que quien diga a ese monte: “Quítate de ahí y tírate al mar”, y no vacile en su interior, sino que tenga fe en que lo que dice va a suceder, lo obtendrá. 24Por eso os digo: cualquier cosa que pidáis en vuestra oración, tened fe en que la habéis recibido y la obtendréis. 25Y cuando estéis orando, perdonad lo que tengáis contra quien sea, para que también vuestro Padre del cielo os perdone vuestras faltas.
EXPLICACIÓN.
El templo, como «la aldea», incluido en / dominado por Jerusalén; manipulación de Dios (11). 
11,12-12,4. Séptima sección: En el templo. El tema del dinero aparece en el tríptico inicial (11,12-25; cf. 15-17) Y en la perícopa final (12,41-44). Entre estas unidades se intercalan dos trípticos de polémica (11,27-12,17; 12,28-40), separados por una perícopa central (12,18-27).
12-25. Triptico inicial: La denuncia del templo (11,15-19), situada entre la maldición de la higuera (11,12-14) y su cumplimiento (11,20), hace de la higuera una figura del templo/institución.
a) (11,12-14): Frondosidad engañosa que oculta la esterilidad (13); el tiempo no había sido de higos (impf. por plpf., como en 11,32), alusión a 1,15: «Se ha cumplido el plazo/tiempo», el de la antigua alianza, que no ha dado fruto (13). Jesús confirma su esterilidad para siempre: ha terminado su papel histórico (14).
b) (11,15-19): El templo, instrumento de explotación económica: comercio religioso (cf. Zac 14,21), cambio de moneda (alusión al tributo, a las ofrendas y al tesoro); en particular, explotación de los pobres (ofrenda de palomas para sacrificios expiatorios, cf. Lv 5,7; 14,22.30s) (15); profanado, convertido en vía pública (16). La enseñanza explica la denuncia; para todos los pueblos (Is 56,7): traición a la misión u?iversal de Israel; debía haber constituido una sociedad justa que hubiese atraído a los paganos al conocimiento del verdadero Dios· cueva de bandidos Gr 7,11), donde se almacena el botín de las depredaciones (alusión al tesoro); se insinúa ya la destrucción del templo (cf. Jr. 7,12-15) (17). Intención y miedo de los dirigentes (18; cf. 14,1). Jesús no pasa la noche en la ciudad (19).
c) (11,20-25): La maldición ha causado la muerte de la higuera (cf. 13,2: destrucción del templo); lo que no cumple su finalidad no tiene razón de existir (20). Por segunda vez, Pedro muestra su actitud llamando a Jesús Rabbí (cf. 9,5; Judas en 14,45), maestro que se atiene a la tradición del judaísmo, y le hace notar el poder de su palabra: podría aniquilar a sus enemigos sin necesidad de afrontar la muerte (cf. 2 Re 2,24; 9,25s.34-37); pero la ruina de la higuera/institución no se debe a la sola palabra de Jesús, sino a su denuncia y ruptura, que le acarreará la muerte (11,17s) (20-21). Tener fe, cf. 4,40, en contraste con el miedo; exhortación a no temer (2). También el discípulo debe romper radicalmente con la institución (el monte, el del templo u otro que simbolice un sistema legitimado por la presencia divina) y desear su desaparición (quítate de ahí y tírate al mar, cf. 5,13); su ruptura tendrá eficacia si no vacila, pues, como en el caso de Jesús, la institución se propondrá suprimir a los que rompen con ella (23). Explica el «tener fe en Dios» (d. v. 22): la fuerza de Dios, a disposición del discípulo, para afrontar las consecuencias de su ruptura (24). Condición: no sentir hostilidad contra los hombres: la ruptura no se hace por odio a los opresores, sino para evitar que continúe la opresión. Exclusión de todo espíritu de violencia (25). Algunos mss. añaden el v. 26, tomado de Mt 6,15.

LECTURAS DEL JUEVES 28 DE MAYO DEL 2015.

PRIMERA LECTURA. Eclesiástico 42,15-25.

TERCERA PARTE
HIMNO POR LA NATURALEZA Y LA HISTORIA

El creador 

15Voy a recordar las obras de Dios y a contar lo que he visto:
por la palabra de Dios son creadas
y de su voluntad reciben su tarea.
16El sol sale mostrándose a todos,
la gloria del Señor llena todas sus obras.
17 Aun los santos de Dios no bastaron
para contar las maravillas del Señor.
fortaleció sus ejércitos,
para que estén firmes en presencia de su gloria.
18Sondea el abismo y el corazón,
penetra todas sus tramas,
19declara el pasado y el futuro
y revela los misterios escondidos.
20No se le oculta ningún pensamiento
ni se le escapa palabra alguna.
21Ha establecido el poder de su sabiduría,
es el único desde la eternidad;
no puede crecer ni menguar ni le hace falta un maestro.
22¡Qué amables son todas tus obras!,
y eso que no vemos más que una chispa.
23Todas viven y duran eternamente
y obedecen en todas sus funciones.
24Todas difieren unas de otras, y no ha hecho ninguna inútil.
25Todas son a cual más bella:
¿quién se saciará de contemplar su hermosura? 

Explicación.

42,15-25 Esta sección, alabanza de Dios y de sus obras, hace de obertura para todo lo que sigue. La construcción parece ser: dos versos de introducción, cuatro estrofas de tres versos. La figura del sol hace de contraste explícito en dos estrofas, la cambiante luna parece hacer de contraste implícito en la tercera estrofa.

42,15 Aquí comienza el gran himno que se extiende hasta 50,24: alabanza de Dios en este capítulo, de la naturaleza en el siguiente, de los antepasados ilustres en los restantes. Comienzo de himno: véase la fórmula de Sal 77,12. El autor ha visto la naturaleza, la historia la ha oído o leído. Sobre el segundo verso, Sal 33.

42,16 Véase 26,16. El sol, como esplendor único y total, que lo abarca y lo supera y lo ilumina todo, es símbolo favorito de la divinidad. A su imagen se concibe la "gloria" de Dios, como presencia luminosa, universal, sin imagen. Véase Is 6,2; Sal 19.

42,17 Los santos de Dios son sus ángeles, su corte: Sal 89,6; 103,21. Desarrollo del terna en el próximo capítulo, 43,27-33; Los ejércitos del Señor son los astros y constelaciones: multitud en orden, movimiento pausado, firmes cuando les pasa revista su Señor: 17,32; Is 13,4. El mismo verbo de estar firmes se emplea para la presencia litúrgica, y el pueblo de Israel es también ejército del Señor, Ex 12,51. Sobre el tema véase 16,27-28.

42,18-20 Ciencia universal de Dios: como el sol, que lo penetra todo con su calor, Sal 19,7, y con su luz, 17,9.31. Véase también 15,18-19; 16,17-23. El texto griego añade un verso: "El Altísimo conoce todos los sentimientos y contempla la señal eterna"; en su original ha confundido "futuro" por "señal", influido por 43,6 donde la luna se llama "señal eterna". Esta adición parece variante de 20a y 19a.

42,18 Véase Prov 15,11; Job 26,6. Tramas en su ambivalencia de bien y mal.

42,19 Véase Is 41,23; 45,11. El abarcar el tiempo, sobre todo el futuro, es más admirable que abarcar el espacio.

42,20 Exposición clásica en Sal 139. 

42,21 O bien "la obra poderosa de su sabiduría". Según Ben Sira, la sabiduría es la primera obra de Dios y dirige las restantes: capítulo 1. El verso siguiente recuerda a Isaías 11 y también 18,6. Aquí es donde puede actuar como contraste implícito la luna: recuérdese Sant 1,18. En la totalidad de su presencia espacial y temporal, de su saber y obrar, muestra su unicidad.

42,22 El verso falta en el manuscrito hebreo, y el segundo hemistiquio es algo dudoso, si bien recuerda pasajes como Is 40,15 "una gota de un cubo".

42,23 Para la mentalidad hebrea lo que se mueve vive: también los astros y los fenómenos atmosféricos. El aspecto "funcional" lo conocemos por la teodicea del cap. 40. Otros leen "y están guardadas para sus funciones".

42,24 Más que el paralelismo y la correspondencia, que subraya la traducción griega bajo el influjo de 33,15, el autor inculca la variedad y diversidad. 
          42,25 La sensibilidad "estética", contemplación de la belleza, implícita en varios salmos, se hace explícita aquí, quizás bajo el influjo de la cultura griega.

SALMO. 33,2-9.

2 Dad gracias al Señor con la cítara,
tañed para él el arpa de diez cuerdas.
3 Cantadle un cántico nuevo
acompañad los vítores con bordones.
4 Que la palabra del Señor es recta
y toda su actividad está acreditada.
5 Ama la justicia y el derecho
y su misericordia llena la tierra.
6 Por la palabra del Señor se hizo el cielo,
por el aliento de su boca sus ejércitos.
7 Encierra en un odre las aguas marinas
y mete en depósitos los océnanos.
8 Tema al señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe.
9 Porque él lo dijo, y existió,
él lo mandó, y surgió.


Explicación.

33,3 Sal 149,1.

33,4-19 El cuerpo del salmo desarrolla la motivación, sin orden riguroso, sin confusión. Basta observar los personajes.

33,4-5 Del Señor quiere decir mucho en poco espacio y lo estiliza en tres aspectos: "palabra - obra - amor". Al principio insiste en la "justicia": ¿por què? El salmo va a presentar a un Dios que parece discriminar pueblos, parece elegir arbitrariamente, parece complacerse en el fracaso humano. Aunque el salmo no se ocupa de teodicea, quiere asentar como programa la justicia de su Dios en palabras, obras y sentimientos. A la justicia acompaña la misericordia, para que no sea despiadada ni inexorable; retoma en los vv. 18 y 22.

33,4 Sal 11,7.

33,6-9 El Creador. Acaba de alabar palabra y obra; ahora dice que Dios habla por la palabra, que suena y actúa en la frontera última y primera del ser y el no ser. Lo escueto del v.9 es su acierto. El poeta empareja palabra con aliento y soplo. La ecuación se apoya en una observación obvia: las palabras son emisión modulada de aliento. Se añade el valor simbólico potencial: con el aire que respiramos, hecho palabra, nuestro espíritu se comunica. Y también el de Dios.

33,6 Ejércitos del cielo son los astros, ordenados y obedientes.

33,7 En el océano se agitan olas y corrientes. Para que no se desmanden, el Señor las encierra en un gigantesco odre, las aglutina en un dique.

33,8 Habitantes son los hombres y quizá otros vivientes: cfr. Sal 24,1; 98,7.

TRANSPOSICIÓN CRISTIANA.

Podemos fijarnos en la escena de Getsemaní: en la oración de Jesús para aceptar el designio del Padre; en el intento armado de un discípulo contra el plan de Dios. En el prólogo de Juan, 1,3 se cita o se alude a los versos 6.9 del Salmo. 

EVANGELIO. Marcos 10,46-52.

46ªy llegaron a Jericó.  

Curación del ciego Bartimeo (Mt 20,29-34; Lc 18,35-43)  

46bCuando salía de Jericó con sus discípulos y una considerable multitud de gente, el hijo de Timeo, Bartimeo, ciego, estaba sentado junto al camino pidiendo limosna.
47 Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
-Hijo de David, Jesús, ten compasión de mi,
48Muchos le intimaban a que guardase silencio, pero él gritaba más y más:
-Hijo de David, ten compasión de mi,
49Jesús se detuvo y dijo:
-Llamadlo.
Llamaron al ciego diciéndole:
-Animo, levántate, que te llama.
50Él tiró a un lado el manto, se puso en pie de un salto y se acercó a Jesús.
51Entonces Jesús le preguntó:
-¿qué quieres que haga por ti?
El ciego le contestó:
-Rabbuni, que recobre la vista.
52Jesús le dijo:
-Vete, tu fe te ha salvado.
 Inmediatamente recobró la vista y lo seguía en el camino.  
Explicación.

(10,46b-52): El ciego, de nuevo figura de los discípulos/ los Doce (8,18.22b-26; 4,12), que no comprenden el mesianismo de Jesús ni su entrega (10,38.45). Hijo de Timeo, es decir, «discípulo del Apreciado» (el Mesías davídico), en oposición a Jesús, el «despreciado» en su tierra (6,4). Sentado junto al camino, el lugar donde cae el mensaje y no da fruto (4,15) (46). Nazareno, la multitud espera una actuación violenta en Jerusalén (cf. 1,9.24). La invocación del ciego/discípulos manifiesta en primer lugar su falsa concepción del Mesías, causa de su ceguera (Hijo de David; cf. 12,35-37), Y en segundo lugar su adhesión a Jesús (Jesús). En paralelo con el padre del chiquillo epiléptico (9,24), muestra fe y falta de fe y pide la ayuda de Jesús (ten compasión de mí; 9,24: «ayúdanos»). Esta petición necesitaban los discípulos para librarse de la idea mesiánica que les impedía el seguimiento y la misión, según les había dicho Jesús (9,29). La mayoría quiere impedírselo (47-48). ¿Qué quieres que haga por ti?, como a los Zebedeos (10,36) (51). Tu fe te ha salvado, como a la mujer con flujos (5,34). Seguimiento (en el camino, 8,27; 9,33b.34; d. v. 46: «junto al camino») (52).

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 27 DE MAYO DEL 2015.

PRIMERA LECTURA. Eclesiástico 36,1.4-5.10-17.

Oración por Israel   (Sal 79)
36 1Salvanos, Dios del universo,  
4Como les mostraste tu santidad al castigamos,
muéstranos así tu gloria castigándolos a ellos; 
5para que sepan, como nosotros lo sabemos,
que no hay Dios fuera de ti. 
10apresura el término, atiende al plazo, 
pues ¿quién podrá decirte «qué haces»? 
11Que un fuego vengador devore a los que escapan,
que los opresores de tu pueblo vayan a la ruina. 
12Aplasta la cabeza de los jefes enemigos 
que dicen: «Nadie más que nosotros». 
13Reúne a todas las tribus de Jacob 
y dales su heredad como antiguamente. 
17Ten compasión del pueblo que lleva tu nombre; 
de Israel, a quien nombraste tu primogénito; 

Explicación. 

36,1-3 La situación histórica está vista en un contexto universal que el Señor domina: 45,23; 50,22; Isaías Segundo. 

36,4-5 Castigando revela Dios la santidad, que no puede tolerar la injusticia, la rebeldía, el pecado; la santidad divina es exigencia. La gloria aparece como presencia activa y poderosa de Dios, estrechamente unida a la santidad. El resultado de esa doble manifestación es el reconocimiento humano del verdadero Dios, la victoria sobre la idolatría: Ez 28,22; 38,23. 

36,10-11 Dios tiene sus momentos, sus días, en la historia: Sal 75,3; sabe esperar hasta la sazón, Is 18,4-5. El hombre se impacienta y reclama a Dios: quizás el autor pretende una adversativa, "pero ¿quién puede pedirte cuentas de lo que haces?" 

36,12 Es el grito soberbio de Babilonia en la cumbre de su poderío: Is 47,8-10. 

36,13-16 Israel está disperso: los judíos sueñan con la restauración de la vieja unidad en la tierra prometida. 

36,17 Véase Dt 28,10; Is 43,1-7. 


 SALMO. 79,8-9.11.13.

8No nos imputes los delitos de los antepasados.
Que tu compasión se apresure a alcanzamos,
pues estamos agotados.
9Socórrenos, Dios Salvador nuestro,
por el honor de tu nombre.
Líbranos y expía nuestros pecados,
en atención a tu nombre. 

11Llegue a tu presencia el lamento del cautivo,
con tu brazo poderoso
salva a los condenados a muerte. 
13y nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre,
contaremos tus glorias
generación tras generación. 
Explicación.
79,8-9 Confesándose culpables, apelan a la compasión de Dios y al honor de su nombre. Los pecados de los antepasados se han acumulado bajo los pecados recientes (Is 65,7), "nuestros": los antiguos que Dios los olvide, los recientes que los "expíe". Estos tres versos son una confesión penitenclal resumida: puede verse ampliada en Esd 9; Neh 9-10; Dn 3 y 9; Bar 1,15-3,8.
79,8 "No imputes" o no recuerdes: con valor judicial: Is 43,25; Jr 31,34.

79,9 Sobre "expiar", además de los textos litúrgicos de Lv y Nm, pueden consultarse Is 6,7; 22,14; 27,9.  
 79,11 Los cautivos se consideran "condenados a muerte" (1 Sm 20,31; 26,16) o formalmente o por el trato que reciben. A no ser que se refiera a un grupo entre los cautivos. 
79,13 El título "ovejas de tu rebaño" se lee en dos textos clásicos de pastores: Jr 23,1 Y Ez 34,31.

Trasposición cristiana.
El Apocalipsis recoge dos temas del salmo: los cadáveres sin enterrar y la venganza de los asesinados: Ap 11,7; 6,9. Piensa en un juicio final o definitivo, con oposiciones netas, sin intermedios. La Iglesia perseguida recita el salmo confesando sus pecados y pidiendo la justicia necesaria para liberar a las víctimas inocentes.  
 EVANGELIO. Marcos 10,32-45.

Tercer anuncio de la muerte-resurrección (Mt 19,13-15; Lc 18,15-17)


32Iban por el camino, subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante; ellos estaban desconcertados, y los que lo seguían iban con miedo. Otra vez se llevó con él a los Doce y se puso a decirles lo que estaba para sucederle:
33-Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los letrados: lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos; 34se burlarán de él, lo azotarán y lo matarán, pero a los tres días resucitará.  

Ambición de Santiago y Juan (Mt 20,20-24)  

35Se le acercaron los dos hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
-Maestro, queremos que lo que te pidamos lo hagas por nosotros.
36Elles preguntó:
-¿Qué queréis que haga por vosotros?
37Le contestaron ellos:
-Concédenos sentamos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda el día de tu gloria.
38Jesús les replicó:
-No sabéis lo que pedís; ¿sois capaces de pasar el trago que yo voy a pasar, o de dejaros sumergir por las aguas que me van a sumergir a mí?
39Le contestaron:
-Sí, lo somos.
Jesús les dijo:
-El trago que voy a pasar yo, lo pasaréis, y las aguas que me van a sumergir a mí os sumergirán a vosotros:
40pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no está en mi mano concederlo más que a aquellos a quienes esté destinado.
41 Al oírlo, los otros diez dieron rienda suelta a su indignación contra Santiago y Juan.

Instrucción de Jesús: El servicio (Mt 20,25-28; Lc 22,24-27)

42Jesús los convocó y les dijo:
-Sabéis que los que figuran como jefes de las naciones las dominan, y que sus grandes les imponen su autoridad.
43No ha de ser así entre vosotros; al contrario, entre vosotros, el que quiera hacerse grande ha de ser servidor vuestro, 44y el que quiera ser primero, ha de ser siervo de todos; 45porque tampoco el Hombre ha venido para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos. 
Explicación.
Sexta sección, centro del segundo período: Subida y llegada a Jerusalén. Como en el tríptico central del primer período (6,7-32), aparece el tema del poder (6,14: "el rey Heredes»: 6,21: «sus magnates»; 10,42: «los jefes de las naciones», «sus grandes»): además, la muerte de Juan Bautista (6,27-29) a manos del poder está en paralelo con la de Jesús, que él anuncia ahora. Se cierra el tema del «camino» (10,52; 11,8) Y se abre el de Jerusalén (10,32.33; 11,1.11.15.27).
a) (10,32-34): Subida a Jerusalén. Tercer anuncio de la muerte-resurrección. Suben con Jesús los dos grupos, los Doce/los discípulos (desconcertados) y "los seguidores» no israelitas (con miedo). Jesús informa a los Doce (no les enseña, d. 8,31; 9,31) de lo que va a ocurrirle a él. Ante esto, ellos, el Israel mesiánico, deberían romper de una vez con las ideologías de la institución judía que va a procurar la muerte de Jesús, con los círculos de poder religioso y político (sumos sacerdotes) y los expertos de la Ley (letrados). Primera mención de la entrega a los paganos y los ultrajes.

b) (10,35-45): Como después del segundo anuncio de la muerte (9,31), se manifiesta la ambición de los discípulos (d. 9,34). Santiago y Juan, «los Truenos» (= los autoritarios, 3,17). Sin darse por enterados del anuncio anterior, esperan que Jesús ocupará el trono de Israel y solicitan para ellos los primeros puestos (35-37). Jesús les propone otro programa: aceptar una muerte como la suya (38; d. 8,34); pasar el trago (lit. "beber la copa») y ser sumergido por las aguas (lit. «ser bautizado») son figuras de su muerte (cf. 14,23s.36; 1,9), en el doble aspecto, activo y libre (entregarse) y pasivo (ser entregado) (38). Aunque lo acepten, no serán los únicos, y Jesús no juzga de la calidad de la entrega; es cosa del Padre (cf. 4,27; 13,32) (30-40). La ambición, causa de división (cf. 9,50); los diez, como en el cisma de las tribus (1 Re 12) (41).

c) Centro (10,42-46a): Al tomar como contraste para la conducta en la comunidad a los poderes paganos, Jesús compara con ellos el ideal mesiánico de los discípulos (42). La nueva sociedad (el reino de Dios) excluye el poder o el dominio; servidor vuestro (d. 9,35), actitud dentro de la comunidad (43); siervo/esclavo (primera vez en Mc) de todos, actitud con los de fuera, aludiendo a la situación de la humanidad pagana, donde la sociedad legitimaba la esclavitud (cf. 5,2-20; 7,24-31); la denominación implica, pues, solidaridad con esos oprimidos (44). El Hombre (Jesús y los que aspiran a la plenitud humana) no reclama ser Servido (dominar, ser grande a la manera de este mundo); dentro de la comunidad, su actitud es el servicio; respecto a los oprimidos/esclavos la de entregar su vida para rescatarlos (45).